domingo, 19 de dezembro de 2010

La pequeña muerte

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su
viaje,
a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto,
nos arranca gemidos y quejidos,
voces de dolor,
aunque sea jubiloso dolor,
lo que pensándolo bien nada tiene de raro,
porque nacer es una alegría que duele.
Pequeña muerte, llaman en Francia
a la culminación del abrazo,
que rompiéndonos nos junta y
perdiéndonos nos encuentra y
acabándonos nos empieza.
Pequeña muerte, la llaman;
pero grande , muy grande ha de ser,
si matándonos nos nace.
(Eduardo Galeano)

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